jueves, septiembre 21, 2006

Intervencion de la Presidenta Michelle Bachelet en Asamblea General de la ONU



Durante su intervención en la 61ª Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, ONU, la Presidenta Bachelet llamó a los países con mayor desarrollo económico a colaborar en la lucha contra la pobreza en las naciones menos desarrolladas.

La Jefa de Estado ratificó, asimismo, el compromiso de Chile con los Derechos Humanos, el combate al terrorismo y la participación en labores humanitarias, como la presencia en Haití y la adhesión a la Iniciativa contra el Hambre y la Pobreza, patrocinada por Brasil.


"Señora Presidenta, Excelencias:

Vengo a esta Asamblea General de Naciones Unidas como la primera mujer elegida Presidenta de Chile. Un país que ha aprendido de su historia. Los chilenos vivimos días difíciles; esta Asamblea lo sabe. El aprendizaje fue duro, pero fecundo. Del dolor nació una esperanza. Los graves disensos dieron paso a grandes consensos.

Vengo de un país donde hoy impera el Estado de Derecho, donde los derechos de las personas son respetados y promovidos. Una democracia que crece en lo económico y que en 16 años ha sacado a millones de chilenos de la pobreza. Chile se integra con sus vecinos y en la región, mirando al mundo.

Mi presencia ante esta Asamblea es símbolo de ese Chile; el Chile que sin temor a mirar el pasado, construye unido su propio futuro.

Con orgullo podemos decir que Chile hoy es más libre y más justo. Como sociedad hemos acordado los mínimos de dignidad y respeto que merece todo ciudadano.

Señora Presidenta:

El mundo se ve distinto desde el sur más lejano y es esa mirada la que mi país quiere aportar. Una mirada optimista ante las oportunidades de la globalización, pero cautelosa ante sus riesgos. Podemos y debemos gobernar el rumbo del planeta. El ser humano no puede nunca, ni debe renunciar a ser sujeto de su propio progreso.

Queremos reafirmar nuestro compromiso con el derecho y las instituciones internacionales. Sólo a través de ellas podremos construir ese mundo más justo e integrado que soñamos, donde grandes y pequeños conviven en paz y armonía.

Naciones Unidas, señora Presidenta, es instrumento privilegiado en esa construcción. Hace un año concordamos un programa de reforma de nuestra Organización basado en el desarrollo, la seguridad y los Derechos Humanos. Ha sido éste llamado el ‘Milenio de la Esperanza’. Hagamos que esa esperanza sea una realidad y hagámoslo desde acá, desde este foro.

El desarrollo es una responsabilidad compartida por todos los miembros de la comunidad internacional, incluyendo los países desarrollados. Su logro reclama imaginación y voluntad política para consolidar una alianza mundial avizorada por la Declaración del Milenio.

Lo anterior supone un sistema comercial y financiero más abierto, transparente y justo. A nuestros amigos desarrollados les digo: abrir sus mercados a los productos del sur es un imperativo de justicia. Con ello estaremos dando un paso gigantesco hacia la eliminación de la pobreza. Redoblemos, pues, nuestros esfuerzos para llevar a buen puerto la Ronda de Doha y avanzar en los procesos de integración a nivel regional.

Adhiriéndonos a la idea del Presidente Lula, de Brasil, Chile se incorporó tempranamente a la Iniciativa contra el Hambre y la Pobreza, junto a otros países. Hemos implementado en Chile una tasa solidaria de dos dólares a los pasajes aéreos internacionales, recursos para el proyecto Facilidad para la Adquisición de Medicamentos (UNITAID), que proporcionará drogas de calidad a millones de enfermos de malaria, tuberculosis y SIDA, en países en desarrollo.

Señora Presidenta:

La más grave carencia de la Cumbre del 2005 fue su silencio sobre la agenda multilateral de desarme. Chile afirma su Política Exterior multilateral sobre el principio que la seguridad colectiva es indivisible. Todos tenemos una cuota indelegable de responsabilidad para preservar la paz y la seguridad internacional. Por ello, Chile se ha sumado a los esfuerzos por revitalizar la agenda de desarme y avanzar hacia la prohibición de material fisionable con fines bélicos.

La seguridad de los Estados está unida a la de los seres humanos que lo componen, porque permite el ejercicio de la libertad. Naciones Unidas debe desarrollar el concepto de seguridad humana.

El terrorismo niega las libertades y contradice los valores que compartimos. Por ello, apoyamos la reforma de Naciones Unidas en materia de contra-terrorismo. El terrorismo debe combatirse en democracia. Cada vez que restringimos las garantías constitucionales y cedemos a la tentación de emplear métodos ilegales para luchar contra el terrorismo, damos una victoria a sus cultores, porque es sólo entonces cuando logran amenazar el espíritu de nuestras democracias.

La solidaridad nos ha llevado a participar activamente en la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH). Chile perseverará en su apoyo al pueblo haitiano y desde esta tribuna llamo a todos los países donantes a materializar la ayuda económica y financiera ya comprometida.

La Comisión de Consolidación de la Paz es sin duda uno de los logros trascendentes de la Cumbre del 2005. Chile se ha incorporado con entusiasmo a los trabajos de la Comisión y pondrá empeño para que sus resultados estén a la altura de las expectativas que las naciones han depositado en ella.

Mi país mira con tristeza la grave crisis que afecta al Medio Oriente y condena enérgicamente toda acción armada que ponga como blanco a civiles inocentes. La legítima defensa sólo puede ser ejercida dentro del marco de proporcionalidad y contención dispuesto por el Derecho Internacional Humanitario. Tampoco es coherente con la letra y el espíritu de la Carta, la tardanza del Consejo de Seguridad para ordenar el cese del fuego en El Líbano. La credibilidad de la Organización requiere que todos los actores concernidos cumplan con su deber sin discriminación y sin supeditar la seguridad colectiva a sus intereses particulares.

Chile apoya el despliegue y la ampliación del mandato de la fuerza provisional de Naciones Unidas para El Líbano (UNIFIL) y continuará respondiendo al llamado para abordar las urgentes necesidades humanitarias de El Líbano y Palestina.

Abogamos por la plena aplicación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que llama a la comunidad internacional para colaborar con un cese del fuego definitivo en el Medio Oriente, restaurar la soberanía del Líbano sobre su territorio y garantizar la seguridad de Israel.

Señora Presidenta, amigas y amigos:

La promoción y la defensa de los derechos humanos y la democracia constituyen el eje de la Política Exterior de Chile. Como señalaba en un inicio, hemos aprendido mucho de nuestra propia historia.

Hace exactamente treinta años, la Asamblea General recibió una noticia horrorosa: en las calles de Washington D.C., Orlando Letelier, ex Canciller y ministro de Defensa del Presidente Allende, fue brutalmente asesinado. Aquel crimen remeció a los delegados y hoy lo recuerdo con emoción para ejemplificar nuestro aprendizaje:

Nada justifica la violación de los Derechos Humanos. Chile rechaza la impunidad. Reciban todos ustedes nuestro compromiso y entusiasmo para participar en las iniciativas que busquen promover los derechos humanos y la democracia.

Por eso felicitamos la puesta en marcha del Fondo para la Democracia de las Naciones Unidas y saludamos la creación del Consejo de Derechos Humanos. Valoramos muy especialmente la adopción por el Consejo, de la Convención Internacional para la Protección de todas las personas contra las desapariciones forzosas.

La promoción de los derechos humanos no contradice el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados. Chile ha estado y estará en la primera línea de la defensa de los Derechos Humanos.

Señora Presidenta:

Esta Asamblea General debe continuar la reforma de Naciones Unidas. Es necesario revitalizar la Asamblea General y el Consejo Económico y Social, reformar y ampliar el Consejo de Seguridad y modernizar la gestión de la Secretaría y los procedimientos administrativos de nuestra Organización.

Permítame, señora Presidenta, reafirmar nuestra esperanza en las Naciones Unidas.

Como mujer, como médico, como líder político de un país en desarrollo, pido hoy que escojamos la vida, que afirmemos la justicia, que promovamos la justicia social y que hagamos de esta noble organización, la respuesta común y renovada a los sueños de paz, desarrollo y dignidad de nuestros pueblos.

Muchas gracias"

lunes, septiembre 18, 2006

Moral acomodaticia

El Mercurio, Artes y Letras
Domingo 17 de septiembre de 2006


JOSÉ ZALAQUETT

Mi primer atisbo de lo que puede ser una moral acomodaticia lo tuve a los catorce años, mientras escuchaba misa. El sermón versaba sobre la advertencia de Cristo de que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un rico entre al Reino de los Cielos. Nadie ha dicho que el Evangelio sea cómodo, pero el predicador lo hizo más digerible para quienes pudieran sentirse interpelados por el severo pasaje. El problema, explicó, no consiste en ser rico, sino en estar "apegado a la riqueza", mientras yo hacía sinceros esfuerzos adolescentes por imaginar a alguien capaz de incrementar su fortuna con desapego. Confieso que ahora, medio siglo más tarde, los gestos de desprendimiento parcial, pero significativo, de los hiper-millonarios Bill Gates y Warren Buffett, me han aclarado un tanto el dilema.

La prédica continuaba con otra información tranquilizadora: El ojo de la aguja no es loque todos imaginamos, sino una especie de puerta pequeña que había en los muros de las ciudades en los tiempos de Cristo. Difícil de trasponer para un camello, pero no imposible.

Antes de seguir, valgan algunas aclaraciones: primero, puede ser las interpretaciones mencionadas tengan sustento textual e histórico, aunque todavía pienso que exhalan un humo de acomodo; segundo, es obvio que no todo lo que los mandatos del Evangelio parecen implicar sobre altruismo, sería factible económicamente como camino para la superación de la pobreza; tercero, espero que resulte evidente que no pretendo ironizar sobre textos sagrados, sino sobre quienes procuran ajustar sus mandatos éticos a sus intereses personales.

Luego de esta introducción, concentremos en los temas de hoy. Sobre materias "valóricas" tales como la crisis de la familia tradicional, la sexualidad adolescente o la desigualdad, podemos y debemos debatir con seriedad en otras ocasiones. Lo que me interesa destacar en esta oportunidad es un punto previo sobre las actitudes de acomodo moral: muchos de quienes participan enérgicamente en estos debates son renuentes a reconocer que las condiciones de la vida moderna que contribuyen a generar las situaciones que ellos lamentan, son las mismas que les han permitido construir su situación de bienestar o privilegio. Por tanto, las transformaciones que serían necesarias para enfrentar de veras lo que les preocupa, terminarían por alterar radicalmente las bases de un estilo de vida al que no están dispuestos a renunciar. Claro que dicho estilo de vida se encuentra debidamente encapsulado dentro de un capullo de oro que alimenta la consoladora ilusión de que los males que se deploran son cosa de extramuros, de un estado de barbarie que comienza allí donde terminan los confines del gueto dorado.

Como pretexto para sostener esta contradicción se suele recurrir a una distinción moral de alcurnia escolástica: que el pecado de acción es, por lo general, peor que el de omisión; esto es, que hacer un mal es más grave que no hacer un bien. Por tanto, quienes se resisten, por propia conveniencia, a cambiar un estado de cosas que contiene potentes estímulos para que otros "obren mal", tendrían una responsabilidad más tenue. En cambio, sería más reprochable la conducta de esos "otros", quienes haciendo uso indebido de su "libre albedrío", no supieron resistir las fortísimas condicionantes del tipo de sociedad en que viven. En suma, son los chanchos los principales responsables y quienes controlan el negocio del afrecho se la llevan, si no gratis, barata. Muy cómodo

sábado, septiembre 16, 2006

Artículo de The Economist

A difficult pill to swallow
Sep 14th 2006 | SANTIAGO
From The Economist print edition
A plan to tackle teenage pregnancies


IF CHILE'S health minister, Dr Soledad Barría,
thought that making her announcement at a quiet
Saturday session of a gynaecological conference
would help the news to slip down more easily, she
was wrong. For many in Latin America's most
socially conservative country, the idea of their
teenage daughters being able to nip round to
their local health centre for emergency
contraception—the morning-after pill—without
their knowledge or consent, is too much for them to swallow.

“It's like telling them just to get on with it
and have sex,” lamented one working-class mother.
She has reason to be worried: 40% of sexually
active 15-18-year-olds do not use any form of
contraception, sex education is scanty,
information on AIDS virtually non-existent, and
condom-vending machines nowhere in sight. But the
government of Michelle Bachelet, president since
March and herself a paediatrician, points out
that youngsters, many of them barely in their
teens, are already having sex and that, not
surprisingly, many of them are getting pregnant.

According to a 2003 survey, around 15% of all
babies in Chile are born to teenage mothers. The
proportion ranges from 22% in the poorest
neighbourhood of Santiago to just 1% in the
richest. The centre-left coalition, which has
governed Chile since 1990, is partly to blame for
that glaring difference. For several years now,
the private health services, used by better-off
Chileans, have been prescribing the morning-after
pill to teenagers even without their parents'
consent, while the national health service,
catering for poorer Chileans, is still restricting its use to rape
victims.

In defiance of the solidly Catholic Christian
Democrat party, the ruling coalition's biggest
partner, Ms Bachelet, who is herself an agnostic
socialist, has now decided that the national
health service should prescribe the morning-after
pill to anyone over the age of 14, the legal age
of consent, who wants it. In response to protests
by horrified parents and opposition politicians,
the Santiago Appeals Court issued a temporary
injunction on September 13th banning the national
health service from prescribing the pill to
anyone aged under 19 without their parents'
consent. But doctors argue that, if parents have
a say, teenagers may be put off going to health
clinics and end up seeking an illegal and risky backstreet abortion
instead.

Dr Barría's announcement raised a predictable
outcry among conservative opposition politicians
and the Catholic Church. The plan “recalls the
public policies of totalitarian regimes that
wanted to impose state regulation on people's
intimate lives,” thundered the Church. Ms
Bachelet insisted that she was not seeking to
impose her beliefs on anyone; she was merely offering alternatives.

And that, rather than easier access to
contraception, is why so many young Chileans are
jubilant. For them, the government's
morning-after plan is one small sign that Chile's
16-year-old democracy may at last be mature
enough to start offering greater personal choice
and, they hope, greater tolerance of diversity.
Many of their parents are wondering quite where
it will all end. The legalisation of abortion? Gay marriage? Whatever
next?

Bienvenidos



Por ser este el primer comentario quisiera darles la bienvenida a éste, mi nuevo blog, donde tengo la intención de plasmar las ideas que de tanto en tanto cruzan por mi mente y me merecen alguna atención particular. Espero sus comentarios. Saludos.


Alex Schnake, presidente CED 2002-2003; Marcelo Salgado, Secretario de Bienestar y Acción Social 2002-2003, y Hugo Herrera, 2004-2005, rescatan la diversidad política que hay en la facultad. "Existe diversidad de opiniones y partidos; esa mayor representatividad enriquece el debate al interior de la escuela", comentó Marcelo.
* Vida Social de El Mercurio (7/Sept/2006), "Liderazgos del pasado, figuras del presente". Encuentro de Ex Dirigentes del CED, Jueves 24 de Agosto 2006.

Rumbo al Monte del Destino


Ya estoy saliendo -al parecer- de este extraño período de largos meses de estudio para mi examen de grado. No me ha sido fácil apartarme del mundo o casi. Estar lejos de la política contingente, dejar de asistir a seminarios, escribir y aun peor abstenerme casi totalmente de leer cosas interesantes no-jurídicas.
Sin embargo, pese a mi encierro de meses en la biblioteca de Pio Nono ya soy miembro del Comité Central del Partido Socialista, gracias a la confianza depositada en mí por mis compañeros de la Nueva Izquierda. Además he recuperado, en estos meses de estudio en nuestra querida Facultad de Derecho, mi rol de personaje político...según algunos concertacionista por excelencia, socialdemócrata o "socialista de los buenos". Así me han llamado algunos camaradas DC's que conozco desde chiquillos cuando me correspondió recibirlos siendo Secretario de Bienestar y Acción Social (Secretaría de Pastoral, para algunos)en aquella gestión de "reconstrucción" del Centro de Estudiantes de Derecho (CED) 2002-2003. Por lo demás me alegra mucho haber conocido más en profundidad a personas con las que me ha tocado compartir estos días de estudio. Me refiero por ejemplo a Mario, Josefina, Carla y a esos chicos y chicas de Comunión y Liberación. Claro que todavía no logran converceme para asistir a sus actividades. Pronto saldré de las dudas.
Aposté por mis camaradas de la DC y perdí. Así es la política. Tal como lo señalé públicamente no lo hice porque me agraden o porque algunos de ellos los conozco hace años. Pero me pareció que ante las elecciones de este año, entre esas dos opciones (los "independientes" de LA izquierda - pro Hazbún o la DCU) yo me habría inclinado como JS por estos últimos. Habría negociado con la DC o tal vez habría dado libertad de acción a los militantes socialistas. Pero lamentablemente los compañeros del núcleo socialista de Derecho prefieron apoyar a la lista de la izquierda extraparlamentaria. Estaban en su derecho. No me siento dueño de la verdad pero creo que fue un error. Más aun cuando no acordaron una posición común con los radicales.
En fin, al igual que los hijos los más jóvenes deben cometer sus propios errores.
Por mi parte tengo ganas de hacer muchas cosas pero antes debo aprobar el examen de grado programado para principios de Octubre. Ese será el momento decisivo del cual espero salir indemne.
Hay que destruir el anillo de Sauron...
In the land of Mordor where the shadows lie."

À la prochaine!