viernes, febrero 23, 2007

Verano, verano



Luego de unas energizantes jornadas primero en Picarquín. Disfrutando por quinto año consecutivo del campamento AFS en que se reciben a nuestros estudiantes extranjeros por el año y el primer semestre. Esta vez fueron 84 estudiantes y cerca de una veintena de voluntarios. Todos muy buena onda, con la mística AFS. Pese al mal tiempo que tuvimos en algún momento creo que esto no fue obstáculo para que los chicos disfrutaran de este survival orientation camp. Luego nos escapamos con my dad y mi hermano recién retornado de Suiza, Dani, a Pichilemu. Visitamos los alrededores hasta Bucalemu, una pintoresca caleta unos 20 kms al sur de Cahuil. Todo ello para recargar las pilas pues se viene un año agitado. Quiero avanzar en este penoso via crucis de la titulación que debemos enfrentar los estudiantes de derecho en la U. de Chile.
Siguiendo con el análisis personalísimo de mis lecturas veraniegas debo dedicarle unas palabras al gran intelectual y ex presidente checo Václav Havel (fonéticamente vátslaf hável) de quien pude leer aunque no totalmente un conjunto de escritos y discursos titulados "Il est permi de espérer" (Está permitido esperar). Textos a través de los cuales el destacado dramaturgo reflexiona acerca del mundo post guerra fría. Sobre la importancia de buscar nuevas bases para las relaciones entre Occidente y los países del Este. A partir de esas reflexiones Havel señala que el ser humano al ser conciente de su temporalidad sobre la faz de la tierra tiene precisamente por ello la necesidad de trascender. Y en la búsqueda del sentido para su vida es que el hombre hace suyo los ideales que incluso lo llevan a sacrificar su vida en determinadas circunstancias. Precisamente eso es lo que lleva a decir no sé si a Havel o Saint-Exupéry (a quien dedico mis ratos libres actualmente) que lo único que vale la pena es aquello por lo cual daríamos gustoso nuestra vida. Estos dos humanistas en distintos tiempos y enfrentando desafíos disímiles, asumieron como propios el compromiso de la lucha por la libertad y los valores intrínsecos del ser humano que tan bien describe Havel. La lucha no violenta por la libertad y los derechos civiles en el caso del ex presidente checo y en el caso del gran autor francés, el compromiso con el pueblo francés que lo llevó a lucha contra el Reich en esas dos semanas sanguinarias hasta el armisticio y luego su compromiso personal de reconciliar las voluntades de los franceses divididos en el exilio. Entre gaullistas y aquellos que no eran tan críticos con Vichy. Y también solicitando el compromiso de los EE.UU. con la resistencia, con Inglaterra, con aquellos que luchaban contra el totalitarismo nazi y su superstición de la raza...Pero siempre con la mente y el corazón puestos en el pueblo francés, una nación completa convertida en rehén. Primero en la parte ocupada y luego todo el Hexágono. Con la mente y el corazón puestos en la defensa del hombre y su dignidad intrínseca. Los textos y testimonios de los "Écrits de Guerre 1939-1944", de Antoine de Saint Exupéry retratan como pocos la angustia de esos momentos oscuros en que se luchaba por la libertad y donde el compromiso y la entrega desinteresada era tal vez el único camino de salvación para el hombre. Editorial Gallimard. 1994. Traduciré algunos textos próximamente para Uds. Hasta entonces.

No hay comentarios.: