miércoles, enero 16, 2008

"El falso dilema entre equidad y bienestar" por Óscar Landerretche M.

Como siempre Óscar Landerretche con una interesante reflexión en materia económica.

OPINIÓN ÓSCAR LANDERRETCHE M.

El Mercurio, Sábado 12 de enero



La evidencia muestra que la igualdad y el desarrollo no son dos conceptos que vayan por vías separadas. Son más bien complementarios.

Aparentemente hay personas muy entusiasmadas con los resultados de algunas de las preguntas de la última encuesta del CEP. En particular la pregunta: ¿prefiere usted una sociedad más igualitaria pero donde todos ganamos menos o una sociedad menos igualitaria donde todos ganamos más? El entusiasmo de la derecha es que obtuvo un 52,7% la opción de una sociedad menos igualitaria pero más próspera. Más aún, entre estratos socioeconómicos bajos esto llega a 57,7% y sólo a un 39% en el estrato alto. Implícitamente, entonces, la equidad sería una preocupación más bien elitista y el "modelo" (entendido como crecer al costo de generar mayor desigualdad) estaría respaldado políticamente.

A mí no me parece.

Me parece que los ciudadanos tienden a contestar las encuestas enfocando las consecuencias de lo que dicen desde un punto de vista personal y no necesariamente desde un punto de vista macrosocial.

Primero, no me sorprendente el resultado en un país en que, de acuerdo al panel CASEN, a lo menos un 34% de las familias pasó por un período de pobreza en la última década. A estos ciudadanos vulnerables la encuesta del CEP les ofreció la opción de vivir en más igualdad a costa de ganar menos. Ni siquiera a costa de crecer menos, sino de ganar menos. No me sorprende que la hayan rechazado. Cuando se está al borde de la miseria, la prioridad es alejarse de ella, a cualquier costo.

Segundo, sí me parece que habla bien de los estratos sociales superiores que mayoritariamente sean partidarios de un sistema más igualitario, pero en que ellos ganen menos. Eso muestra que en esos estratos la injusticia de la sociedad chilena genera malestar y vergüenza.

Tercero, no me parece que el dilema (el tradeoff) que presenta la encuesta sea tan real. La evidencia de la que disponemos es que los países más desarrollados tienden, abrumadoramente, a ser países más igualitarios y más justos (en ellos hay también más igualdad de oportunidades). Luego, en el larguísimo plazo no parece ser que los países tengan que escoger entre las opciones que presenta el CEP.

Hay un tipo de países en que estas opciones sí parecen ser las que se enfrentan. Estos son los países de Medio Oriente y de África. Ahí, efectivamente, parece estar presente el dilema en cuestión. Hay países igualitarios llenos de miseria, guerra y genocidio; y, por otro lado, reinos medievales que construyen rascacielos con la misma facilidad con que decapitan disidentes. No creo, sin embargo, que éste sea el grupo de referencia de comparación relevante para Chile. En occidente la evidencia de que la libertad, la equidad y la prosperidad tienden a estar correlacionadas es bastante robusta.

Adicionalmente, la noción de que los países tienen que pasar por un período de desigualdad para lograr el desarrollo (conocido como la Curva de Kuznetz), también ha sido disputada empíricamente. No viene al caso llenar esta columna de citas, pero un buen resumen de la evidencia disponible es la siguiente. La curva de Kuznetz sobrevive como regularidad empírica cuando uno controla por características institucionales y culturales de los países. Pero Chile se encuentra en un rango de ingreso en que debiera, de ahora en adelante, mejorar su equidad y su nivel de ingreso al mismo tiempo.

Una manera de entenderlo es pensar que las sociedades que hacen esfuerzo por ser más igualitarias tienden a hacer más sostenibles los procesos de desarrollo que de otra manera serían destruidos por las inevitables volatilidades que traen las conmociones sociales. Otra manera de pensarlo es que las primeras fases de desarrollo pueden ser sostenidas sobre la base de la acumulación de capital que trae el respeto de los derechos de propiedad y desigualdad; pero que las fases superiores de desarrollo inevitablemente se sostienen sobre la apropiación y generación de conocimiento técnico, así como la acumulación de capital humano y la creación de culturas científicas y empresariales. Todo lo cual necesariamente genera mayor igualdad en el ingreso, simplemente porque, a diferencia de lo que ocurre con la propiedad sobre recursos naturales y capital financiero, existen límites tecnológicos y prácticos a la concentración de capital humano y conocimiento técnico.

Como sea, en mi humilde opinión, la opción que el encuestador del CEP les presentó a los ciudadanos representa un falso dilema. A lo menos para Chile.

"Cuando se está al borde de la miseria, la prioridad es alejarse de ella, a cualquier costo".

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