Por Radio France Internationale
El patriotismo estadounidense está de capa caída. El inmigrante más famoso de Estados Unidos decidió deshacerse de su ciudadanía. "Pretendo hablar en las Naciones Unidas e informarles que renuncio a mi ciudadanía", dice el Hombre de Acero en el número 900 de la historieta. ¿La razón? Está "cansado" de que sus acciones benefactoras "se interpreten como instrumentos de la política" de la Casa Blanca. La gota que rebasó el vaso fueron las recriminaciones que recibió tras volar hasta Teherán para apoyar a los manifestantes de la revolución verde, que protestaban contra la controvertida reelección de Mahmud Ahmadinejad. Las autoridades iraníes lo acusaron de “injerencia" y “declaración de guerra”.
Así las cosas, el defensor de “la verdad, la justicia y el American Way” se volvió global, un indocumentado de alto vuelo que indispone a los sectores conservadores del país que le dio asilo tras la explosión del planeta Kriptón.
“Bueno, es una historieta, pero sabes que es perturbador que Superman, que siempre ha sido un ícono estadounidense, diga ahora ‘Ya no soy más ciudadano estadounidense’”, reaccionó el candidato presidencial por el Partido Republicano Mike Huckabee. “Creo que forma parte de un movimiento más general de estadounidenses pidiendo disculpas por ser estadounidenses”, sentenció.
El comentarista de Fox News Bill O’Reilly juzgó que todo era “increíblemente estúpido” y se preguntó si el inversionista George Soros no había comprado la historieta. “Nadie tira de la capa de Superman”, advirtió.
Los ultraconservadores del Tea Party van más allá y hablan de un “escándalo”. “Superman renuncia ahora a su ciudadanía estadounidense y será simplemente un ciudadano del mundo. Es muy socialista de parte de Superman querer un mundo socialista con gente como Obama a la cabeza”, denuncia el sitio teaparty.org.
La gente de DC Comics creyó conveniente recordar en el New York Post el pedigrí del superhéroe. “Superman es un visitante de un planeta distante que durante mucho tiempo ha adoptado los valores estadounidenses”, apuntan los responsables de la publicación. “Como personaje encarna lo mejor del estilo de vida estadounidense”. Pese a la renuncia a la ciudadanía Superman seguirá “comprometido con su hogar y sus raíces de niño de Kansas criado en una granja de Smallville”.
Que Luisa Lane se quede tranquila, el periodista Clark Kent no ha renunciado a su Green Card y continuará trabajando en el diario The Daily Planet. Al parecer su próximo artículo es una primicia sobre la ciudadanía de un tal Barack Obama.
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