sábado, mayo 05, 2007

Esperando la 2ª vuelta


Nos encontramos a pocas horas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas y el panorama no es muy alentador para las personas de izquierda. La candidata socialista Ségolène Royal aparece perdiendo en casi todas las encuestas al enfrentarse con el candidato conservador, el ex Ministro del Interior Nicolas Sarkozy. Por cierto con márgenes estrechos sin embargo, los votos sumados de todos los canidatos de izquierda en la primera vuelta del 22 de abril entregaban la cifra más baja desde 1969. Si bien el voto de la candidata socialista que le permitió pasar a la segunda vuelta de la elección con casi la misma votación que obtuvo François Miterrand en 1981 la reserva de votos de la izquierda no es suficiente. Esto se debe a múltiples factores. Puede ser que electorado francés se haya de alguna forma derechizado. Que la candidata escogida por el PS no sea del gusto de muchos franceses y que tal vez su programa no sea del todo claro y coherente en todos sus aspectos. Sin embargo, Nicolas Sarkozy con sus palabras y acciones como ministro no deja duda de adonde quiere llegar. Sarkozy representa sin duda un quiebre mayor en la tradición de la centroderecha gaullista. Con su discurso en extremo liberal en lo económico -reducción del Estado, baja de impuestos a las grades fortunas, disminución de los beneficios sociales- se aleja del gaullismo defensor del estado de bienestar que enorgullece a los franceses. Además promueve la llamada "nueva alianza atlántica" con los Estados Unidos distanciándose de la política exterior de Jacques Chirac quien junto con otros líderes se manifestó críticamente de la intervención unilateral estadounidense en Irak. Creo que el punto principal que ha decidido esta elección con anticipación es el problema económico -altos impuestos, alto desempleo y deslocalisación de las empresas a países con costos menores- y en menor medida el problema de seguridad asociado con el complejo problema migratorio. Los franceses si bien se sienten orgullosos de su estado de bienestar del cual no encontramos a años luz -un sistema de salud gratuito, educación gratuita y de calidad, pensiones más que dignas, seguro de desempleo, alocaciones familiares, etc- requieren para ello de un Estado muy poderoso y no siempre bien administrado. En segundo lugar la carga impositiva de Francia es de las más altas de Europa Occidental por lo cual muchas empresas ha decidido trasladarse a otros países incluso al interior de Europa. Los trabajadores franceses menos calificados compiten con la mano de obra inmigrante irregular lo que unido a un problema de violencia y criminalidad en ciertas zonas de Francia han permitido el surgimiento de voces de extrema derecha como la de Jean-Marie Le Pen de cuyo discurso Sarkozy se ha apropiado en gran parte. Por otra parte existe un sentimiento algo exagerado por el discurso de ciertos intelectuales que hablan de la declinación de Francia en Europa y de su proyección en el mundo. Voces que hablan de un nuevo "Atlantismo" que volver a hacerse "amigos" de los EE.UU. de realizar reformas al mercado de trabajo a la inglesa (ojalá no a los años de Thatcher en que se quintuplicó la pobreza, que pormueven una Europa federal y no una que tenga una política de seguridad y exterior común. Tal vez Royal y los socialistas no plntena cosas muy distintas en orden a reformar el Estado pero sin duda se harían cambios con mayor sensibilidad social tratando de no aumentar las brechasal interior de Francia. Intentado mejor las relaciones y no promoviendo el enfrentamiento de las comunidades del Hexágono...
Como ya lo dije el horizonte se aprecia un tanto oscuro. Aunque la derecha populista. Aunque sea Sarkozy quien gane mañana. Seguiré confiando en la vocación democrática del pueblo francés. En su capacidad de movilización social, en su conciencia histórica. En sus valores republicanos y universales. Vive la France libre!!

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