lunes, septiembre 24, 2007

Libertad para Birmania!!



Monjes budistas encabezan las más masivas manifestaciones desde 1988 contra la opresora junta militar que gobierna el país y mantiene en arresto a la Premio Nobel Aung San Suu Kyi. La comunidad internacional no puede seguir ignorando lo que sucede en Birmania, la opresión a la que está sometida la población, la persecusión de los opositores políticos y los continuos ataques a la minorías étnicas.



300.000 personas se manifiestan pacíficamente en Myanmar

Las protestas empezaron la semana pasada para reclamar las disculpas del Gobierno por la agresión de unos monjes y se han convertido en las mayores vividas en la historia del país

AGENCIAS - Bangkok - 24/09/2007

Al menos 300.000 manifestantes han protagonizado hoy las mayores protestas vividas en la historia de Myanmar, la antigua Birmania. Monjes budistas y civiles han marchado por las calles de Rangún y en otras ciudades del país contra la Junta Militar, que llegó al poder en 1988 en un cruento golpe contra el gobierno democrático. Las marchas de los monjes iniciaron la pasada semana para reclamar disculpas al Gobierno por la agresión de varios bonzos a manos de las Fuerzas de Seguridad a principios de mes.

Unas 100.000 personas marcharon por las calles del centro de Rangún, una cifra similar en la ciudad de Pakokku (centro) y unas 120.000 en Mandalay (norte), la segunda mayor ciudad del país, según testigos citados por diversos emisoras de radio y otros medios birmanos de la

disidencia.

La Junta Militar, que preside el general Than Shwe y que, de momento, guarda silencio sobre lo que está ocurriendo n las calles, tiene previsto mantener una reunión de urgencia en las próximas horas en Napydaw, la nueva capital del país construida por ingenieros norcoreanos a unos 400 kilómetros al norte de Rangún, indicó radio "Mizzima".

La marcha, que en Rangún comenzó en la Pagoda Shwedagon, el principal santuario del país, reunió en un primer momento a unas 50.000 personas, 20.000 de ellas monjes, y al comenzar la manifestación vieron como otras decenas de miles de civiles se unían a las protestas, llegando hasta las aproximadamente 100.000 personas cuando pasaron por las puertas del Ministerio de Defensa, según los monjes y activistas políticos.

La manifestación cubrió unos ocho kilómetros en las primeras horas, pasando por el antiguo campus de la Universidad de Rangún, uno de los principales caldos de cultivo de protestas en los últimos tiempos. Los estudiantes fueron uno de los colectivos que se unió a los monjes.

En Mandalay, a unos 600 kilómetros al norte de Rangún y la segunda mayor ciudad de Birmania, unas 120.000 personas marcharon por la ciudad mientras entonaban salmos y otras plegarias para que la Junta Militar se humanice, según la radio "Mizzima".

La jerarquía de la institución budista de Myanmar, sometida al control gubernamental, ordenó a los monjes regresar a sus monasterios para poner fin a las manifestaciones pacíficas contra la Junta Militar.

Las medidas tomadas hasta hace bien poco por la Junta Militar, altamente conocida por su mano de hierro a la hora de aplicar sus leyes, se han diferenciado de forma importante en esta ocasión, durante las protestas de los últimos días lideradas por los monjes, y según diplomáticos y analistas, la razón reside en la presión que ha ejercido su socio y aliado político, China.

Traslado de la capital

La Junta Militar trasladó el año pasado desde Rangún, donde viven cerca de cinco millones de personas, la sede del Gobierno a la nueva capital, Napydaw, a unos 400 kilómetros más al norte, construida por ingenieros militares norcoreanos.

Miembros de la Liga Nacional para la Democracia (LND), liderado por la premio Nobel de la Paz Aung Sang Suu Kyi y el único partido político opositor que resiste la presión del régimen militar, participan en la manifestación.

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